sábado, 9 de octubre de 2010

una MiRaDA A Través de LoS ojOS de Manuel Álvarez Bravo

Quien en algún momento de su infancia no corrió a esconderse de su abuela o madre que consigo traían una cucharada de Emulsión de Scott, esa sustancia que nos hacia retorcer bocas y hacer gestos, bueno todas aquellas sensaciones que aquel momento traía consigo, el ojo de Manuel Álvarez Bravo hizo que retornaran nuevamente a mí con cierta alegría y un poco de melancolía, con esto comienzo una charla de conocimiento acerca de este grandioso fotógrafo que con su trabajo nos hace transportar a aquellos momentos maravillosos de nuestro pasado, que nos hace sentir las raíces de nuestra tierra, su trabajo nos habla de emociones, sentimientos, momentos y lugares que reviven en nuestro presente por medio de imágenes que hablan por si mismas, en él está su persona, su alma, su vida, su perspectiva del mundo que conformaba, mientras el tiempo avanzaba, como diría André Breton “Todo lo poético mexicano ha sido puesto  por él a nuestro alcance: allí donde Manuel Álvarez Bravo se ha detenido, donde se ha parado para fijar una luz, un signo, un silencio, es no solamente donde late el corazón de México, sino donde el artista ha podido presentir, con discernimiento único, el valor plenamente objetivo de su emoción.”
Manuel Álvarez Bravo, quien en 1924 a la edad de 22años, compro su primera cámara, comenzando a explorar de forma autodidacta los procedimientos fotográficos y las técnicas de la gráfica, retratando aquello que observaba, descubrió en la foto su camino, su manera de expresarse y dar a al mundo un pedacito de él, para el año de 1930 se inicia en la fotografía documental, trabajando para la revista  Mexican Folkways, debido a la deportación de Tina Modotti, teniendo la oportunidad para trabajar con los pintores muralistas, David  Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco.
De 1943 a 1959, trabaja en el cine, realizando fotografías fijas, colaborando en 1949 con José Revueltas en una película experimental, Coatlicue, y en 1957 trabaja con Luis Buñuel como fotógrafo de fijas en la película Nazarín.
En vida, presentó más de 150 exposiciones individuales y participó en más de 200 exposiciones colectivas. Pero estas son solo cifras lo que importa son las imágenes y basta con verlas para comprender la manera en que veía el mundo que le rodeaba y lo  que quería dar a expresar.
He aquí algunas de sus fotografías…..
Fuente de información. www.manuelalvarezbravo.org

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