domingo, 24 de octubre de 2010

PHiLippE hAlSmAn, un FoToGraFo iNuSuAL...

He aquí un gran fotógrafo, de mis favoritos, por la manera en que captura las expresiones de las personas siempre buscando la sinceridad y esa verdad que muchas veces se esconde bajo un manto que deforma la realidad del momento.
Todo comienza cuando descubre la vieja cámara fotográfica de su padre y empieza a retratar a sus familiares y amigos.
En 1930, se muda a Paris, en este país junto con otros artistas y fotógrafos, generalmente surrealistas, aprende hacer imágenes que llegaran a sorprender a sus seguidores, brindando a la imagen una tensión inquietante, se va a caracterizar por el manejo de una iluminación sutil y captar esos momentos de espontaneidad.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas de Hitler invaden Paris, se ve obligado a refugiarse en Marsellés, para poder escapar del fascismo Europeo, pero gracias a la intervención de Albert Einstein, quien años antes había conocido a su hermana, obtiene un permiso para entrar a Estados Unidos llegando a New York en Noviembre de 1940.
Su trabajo a la llegada a este nuevo país consistirá en retratos para grandes revistas, muchas de sus fotografías se encontrarían en importantes publicaciones, logrando retratar a grandes celebridades, políticos e intelectuales.
Halsman conoce a Dalí en 1941, la pareja comienza a realizar varios proyectos, incluida una serie de cuadros juguetones que tenían toda la irracionalidad inquietante de los sueños de una pintura de Dalí, una de las fotografías más famosa de esta pareja es “Dalí Atomicus”.
Creador de la “jumpology”, donde trata de retratar a las personas saltando, porque es ahí cuando obtiene una imagen más esporádica, sincera y natural del fotografiado, no pudiendo controlarse así la expresión del rostro, llegando a la conclusión de que cuando la persona salta, su expresión revela el verdadero carácter que muchas veces esconde, como él solía decir: “En un salto la máscara se cae. La persona real se hace visible.”
Para conseguir el retrato de una persona y que este fuese más sincero, les provocaba haciéndoles bromas, calmándolo con el silencio, haciendo preguntas impertinentes, todo aquello que sacará a la persona de esa expresión sin vida y falsa que solía colocar antes de una fotografía.
En sus palabras está el gusto por la fotografía: “La fascinación con el rostro humano, nunca me ha dejado…Cada rostro que veo parece esconderse y algunas veces fugazmente comienzan a revelar el misterio de otro ser…Capturar esta revelación se hizo objetivo y la pasión de mi vida.”
 




                                                     

                    http://www.npg.si.edu/exh/halsman/intro.htm

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